Desde finales del s. XIX y hasta entrada la década del ’30, la postal se consagró como un medio de comunicación. Entre lo público y lo privado, el álbum fue su espacio privilegiado. Si la miniaturización del mundo fue una pieza clave en el desarrollo de la conciencia moderna, el álbum postal vino a representar perfectos microcosmos.
De la oscuridad a la luz, gracias a la postal fotográfica, el territorio argentino comenzó a ser objeto de la mirada pública mundial en una magnitud sin previos precedentes. De diversidad abrumadora, se diferencian con claridad dos motivos generales : las postales románticas y las nacionales. Las últimas apelaban a estrictos criterios geopolíticos: paisajes pintorescos para el extranjero, ciudades sin días nublados, indios emplumados y gauchos rústicos. A través de ellas, el país no sólo comenzaba a mostrarse al mundo, sino también a verse a sí mismo.
Editorial: La Marca
Páginas: 504