Cuenta la autora en el prólogo que el origen de esta obra se relaciona con una serie de sueños que tuvo: en uno se bañaba en arroz con leche, su postre favorito; en otro, se comía a Antonio Banderas desnudo en un taco con guacamole. «Me arrepiento de los platos deliciosos rechazados por vanidad, tanto como lamento las ocasiones de hacer el amor que he dejado pasar por ocuparme de tareas pendientes o por virtud puritana, ya que la sexualidad es un componente de la buena salud, inspira la creación y es parte del camino del alma... Por desgracia, me demoré treinta años en descubrirlo». Así empieza «Afrodita», pícara y sensual.
Editorial: Debolsillo
Páginas: 336